I've heard that this Saturday November 30 is International Cybersecurity Day or, same thing, Information Security Day. I'm sure that right now the three or four readers of this blog (and I'm including my four-year-old son) are Googling it (my son as well) to check it out and have come across other days like April 6. In any case, this celebration is a good time (and I'm being serious now) to review one of the most important yet least acknowledged aspects of our modern times, which is cybersecurity training.

 

Following the summer break, we are back with a new post in the series on National Cyber Security Strategies, focusing this time on their objectives.

The cyber security objectives set by countries, as defined in their NCSS (National Cyber Security Strategies), all adopt a very similar pattern and can broadly be grouped as follows:

This posts marks the beginning of a series dedicated to National Cyber Security Strategies.

La potencia y versatilidad de los dispositivos móviles los han convertido en herramienta de trabajo imprescindible en la mayoría de las organizaciones de los países desarrollados, por lo que alojan información vital para la viabilidad del negocio y se han convertido en principal foco de los ataques informáticos a la misma.

En los últimos años se ha producido un cambio significativo en el perfil de ciberatacante. Frente al atacante que buscaba meramente el lucro económico ya sea en solitario o formando parte de un organización de cibercrimen, y para el que en mejor o peor medida están los sistemas de grandes organizaciones preparados para defenderse, surgen nuevos perfiles que no se han tenido en cuenta en las estrategias de defensa tradicionales: