La chispa que genera una idea inicial que depurada y filtrada puede ser el germen para innovar puede aparecer en cualquier situación. En estos momentos de crisis, hay dos factores claros entre otros muchos que conforman los ingredientes de un buen coctel para favorecer la innovación: uno, el “hambre” y dos, las vacaciones.

La vieja Europa elabora anualmente una serie de indicadores que permiten visualizar la posición innovadora de sus estados miembros y compararla con los países más desarrollados, EEUU y Japón; y con las potencias emergentes Brasil, Rusia, India y China (BRIC). Este cuadro de mando, Innovation Union Scoreboard (IUS), utiliza 25 indicadores relacionados con la investigación y la innovación que agregados crean un indicador sintético de innovación.

La innovación en el sector público se ha convertido en un asunto de creciente atractivo para las estrategias políticas. En este marco, la Unión Europea ha dedicado el último innobarómetro a analizar la innovación en el sector público.