Compartir

La paradoja del poder

PorBen Schneider - 07 / 12 / 2016

Conforme un ejecutivo avanza en su carrera a través de acciones que denotan empatía, eficiencia, colaboración, transparencia, y trato justo, surge un comportamiento pernicioso que hace que mientras más poder ostenta y siente que ya llegó a integrarse al grupo elite, empieza a exteriorizar un comportamiento rudo, egoísta y hasta puede llegar a desarrollar actitudes reñidas con la ética.

Que el poder tiene la capacidad de corromper es algo ya conocido, pero cómo combatir este fenómeno en la empresa para evitar los efectos dañinos que actitudes de este tipo genera, se convierta en un tema prioritario.

Los abusos de autoridad no solo terminan minando la capacidad del ejecutivo de influenciar en terceros, sino que afecta la creatividad, impacta la innovación y genera estrés y ansiedad en los grupos de trabajo.

Estudios realizados por el Dr. Dacher Keltner profesor de psicología de la Universidad de California – Berkeley, dan cuenta que personas en situación de poder en corporaciones son tres veces más propensas a interrumpir a colaboradores en reuniones, así como levantar la voz y hasta insultar, en comparación con ejecutivos de menor rango. Este comportamiento no solo amenaza a la empresa, sino a todo tipo de organización y sector.

¿Pero cómo evitar sucumbir a la paradoja del poder?

El Dr. Keltner consultado por el Harvard Business Review, sugiere como primer paso la reflexión. Al asumir un cargo de poder recordar sistemáticamente qué fue lo que nos hizo llegar a tal posición de privilegio. Estar alerta para detectar cualquier estado de sobre excitación, omnipotencia, hambre por reconocimientos y el sentirse inmune al riesgo. Estos comportamientos derivarán en apresuramiento, agresividad, mal juicio y eventualmente en acciones anti éticas.

Sin embargo, la neurociencia da cuenta que con solo reflexionar y estar alerta, podemos reprimir esta condición.

El segundo paso debería ser el fortalecer las acciones encaminadas a generar empatía, gratitud y generosidad.

Para generar empatía durante el trabajo en equipo, es bueno plantear una o dos preguntas inteligentes en cada interacción, parafraseando ideas planteadas por otros miembros del equipo. Escuchar con gusto a aquellos que intervienen en la reunión. Antes de cada evento es conveniente tomarse unos minutos para analizar quienes participarán en ella y qué pasa en sus vidas.

Para generar gratitud, es bueno reconocer el trabajo de terceros, enviándoles una nota cuando se concrete un hecho relevante, ser generoso en reconocer públicamente un acierto, e incorporar el vocablo “gracias”, en forma recurrente en el léxico cotidiano.

Por último, para desarrollar la generosidad es conveniente dedicar tiempo para sostener reuniones uno a uno, con las personas que el ejecutivo dirige, también es muy importante el delegar responsabilidades y reconocer cuando un colaborador “brilla con luz propia”.

El controlar la paradoja del poder en la alta dirección a través de impulsar la empatía, la gratitud, la generosidad y la reflexión, logrará que los miembros de la organización, exhiban lo mejor de ellos mismos y esa es la condición clave que todo líder debe procurar, en un entorno empresarial donde el ser humano es el activo más importante.

 

 

Añadir nuevo comentario