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“Toku, Yukta o Cómo Hacer el Bien”.

PorBen Schneider - 20 / 06 / 2011

¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo así no se denunció lo que se venía gestando antes de la grave crisis financiera que hasta hoy sigue remeciendo al mundo?
¿Cómo se puede explicar que corporaciones se comportaran como si no hubiera un mañana?

¿Puede la ambición desmedida cegar a las organizaciones que impulsaron los instrumentos financieros que terminaron detonando al sistema y en el camino a ellas mismas?

A unos años del episodio económico financiero más traumático desde la crisis de 1929, se puede reflexionar tomando cierta distancia de lo sucedido.
Durante la última década, líderes empresariales han tratado de relevar la importancia de la  responsabilidad social en su accionar, sin embargo al mismo tiempo se forjó la crisis que dejó al descubierto un comportamiento altamente cuestionable y un abuso desmedido de instrumentos financieros aprovechando la falta de regulación.

¿Cómo explicar esto?

Los gerentes encuentran a menudo, dificultades en que sus organizaciones se adhieran a valores. Es más, sucede que ante situaciones específicas, las personas en grupo, se comportan menos éticamente que como individuos. Bajo presión, el ser humano actúa diferente y en aras de “salvar a la organización” o “dejar atrás a la competencia”, es capaz a veces, de hacer cualquier cosa.

Hoy luego de la “resaca”, las organizaciones se preguntan: ¿Cómo lograr la ansiada auto regulación? , preguntas tan sencillas como: ¿Hacia dónde vamos? ¿Quién gana y quien pierde con tal o cual acción de la empresa? , ayudarían a esclarecer el camino a seguir.

Los profesores Nonaka de la U. de Tokyo y Takeuchi del HBS, resaltan el concepto del “Toku”, que en la India se conoce como “Yukta” y que Aristóteles llamó “Phronesis” y que no es otra cosa que el desarrollar el hábito de comportarse adecuadamente, esa sabiduría práctica para tomar decisiones éticamente, para que la gerencia sepa cómo sobrevivir en el largo plazo y eso pasa por hacer el bien común, no solo porque el concepto esté de moda, sino porque es necesario para asegurar la sostenibilidad del sistema.
 

Fuente: EL COMERCIO sábado 11 de junio del 2011 (Perú)