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La experiencia europea en la lucha contra el fraude en pagos con Tarjetas

¿Por qué es tan importante la lucha contra el fraude?

La existencia del fraude crea quebrantos a la banca y a sus proveedores, y socaba la percepción de seguridad de los usuarios de tarjetas, que es uno de los pilares del uso de las mismas. El fraude es sistémico y existe una relación directa entre el valor de las transacciones que se realizan a nivel global, y el volumen del fraude. En el año 2009, hubo un fraude de 4.900.000  millones de euros en tarjetas sobre un negocio de total de 6.400.000 millones de euros.

1. Existe un fraude basado en la identidad, es decir, los bancos no son capaces de identificar con plenas garantías al card holder frente a un tercero, y por tanto se abre una puerta a que existan comportamientos de suplantación de identidad.

2. Existen brechas de seguridad operativa, que están permitiendo que los delincuentes puedan llegar a forzar determinadas Bases de Datos y hacerse con información que sólo debiera estar en poder de entidades financieras. Estos datos se usan posteriormente de manera maliciosa.

Se plantea un cambio estructural para mejorar el comportamiento de fraude, y se propone la adopción de la tecnología Chip en las tarjetas, junto con los protocolos operativos de seguridad EMV (Euro Mastercard Visa)

¿Cuál es la gran ventaja del chip EMV?

Por sus procedimientos de seguridad y validaciones, aumenta el valor de la entidad financiera como garante de identidad, es decir, está cerrando puertas al fraude de identidad. Y esto lo logra mediante una autenticación sobre el plástico, que consiste en introducir un PIN, un número identificador privado y personal, que valida al que lo introduce como el auténtico Card Holder.

Otra gran ventaja, es el aumento de la seguridad operativa, todos los actores deben ser certificados como Full EMV, y esto, sin entrar en detalles técnicos, ha disminuido enormemente las brechas de seguridad en las bases de datos.

Como resultado tenemos un mayor control de fraude, en sus dos vertientes: identidad y seguridad operativa y una puerta abierta a una mayor relación de la entidad financiera con su cliente.

El resultado ha sido una disminución del 75% en apenas 5 años. Una cifra impresionante.

Conclusiones de los que hemos participado en este proceso:

Ha sido muy importante el hecho de que haya sido una iniciativa donde había muchas partes implicadas (reguladores, Visa y Master Card, banca, etc.). Esto ha marcado uno de los caminos al éxito.

Es muy importante que el chip EMV ha disminuido el fraude en el punto de venta, el fraude basado en identidad, y también ha disminuido el fraude de seguridad operativa.

Y además, al situar un chip de calidad en las manos de cada usuario de banca, se está abriendo un mundo de posibilidades en el cual los bancos pueden meter aplicaciones en los plásticos de sus clientes, y estas aplicaciones pueden mejorar la relación entre la entidad financiera y el cliente, logrando más fidelización y mayor relación con la entidad financiera.