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Humor: ingrediente necesario en la empresa

PorBen Schneider - 24 / 11 / 2014

 

Un reciente estudio realizado por la empresa Gallup en los Estados Unidos, da cuenta que los adultos ríen mucho más durante los fines de semana que durante los días de trabajo. Mientras los infantes pueden llegar a reir 400 veces al día, adultos mayores a 35 años, solo lo hacen 15. Escuelas de negocios tan prestigiosas como Wharlon, Sloan, Harvard o el London Business School, sostienen que cada “carcajada” trae muchos beneficios a la firma. La risa baja el stress y el aburrimiento, incrementa las relaciones interpersonales en el trabajo, inclusive potencia la creatividad y hasta eleva  la productividad.

¿Pero cómo lograr potencial el humor en la empresa? ¿Cómo los líderes pueden incorporar en sus mensajes una cuota de este ingrediente tan necesario? ¿Acaso se puede empezar cada reunión contando un chiste? En el contexto de la organización, generalmente uno ríe cuando descubre que algo que momentáneamente se creía correcto terminó siendo todo lo contrario. Claro está que también uno ríe por otras razones que con la debida moderación, funcionan positivamente. Por ejemplo, que el líder comparta situaciones graciosas por las que le tocó pasar, sobre todo aquellas que se refieren a algún error cometido, funciona. “Chacota” entre compañeros de trabajo que se conocen hace ya un buen tiempo, también. Inclusive bromas sobre terceros ajenos a la organización que generan una misma impresión en el grupo, ayudarán a fortalecer la unión. Claro está que todo esto se debe hacer con mucho cuidado y sensibilidad. Hay que tomar en cuenta que el humor es subjetivo y lo que puede ser gracioso para unos, no necesariamente lo será para otros. Inclusive en nuestra era, donde es necesaria la diversidad cultural, hay que tomar en cuenta esta dimensión. Por ejemplo, en Japón simplemente no se bromea en la oficina. La imprudencia podría desencadenar el efecto inverso. Pero como da cuenta Alison Beard, editor del Harvard Business Review, también el humor aflora cuando algo sale mal, o cuando uno enfrenta una situación amenazadora, siempre que el riesgo esté contenido o su desenlace sea manejable. El autor del libro “El Código del Humor” Joel Warner, sostiene que es más fácil errar con humor que acertar. Dice que el fracaso  se “amortigua” con una cuota razonable de humor.

Las recomendaciones principales para poder hacer uso de esta importante dimensión de la psicología humana, son las siguientes:

  • No se trata de cuan gracioso el líder empresarial es, sino qué tipo de humor usa. Hay que ser honesto y autentico.
  • Si al líder no le nace ser “gracioso”, tratar por lo menos de mostrar una cuota de humor, todos la tenemos.
  • No tener temor en ser sarcástico con uno mismo. Esto muestra confianza y realismo y minimiza la arrogancia y la sensación de temor que todo líder transmite en diferentes grados de intensidad.
  • Actividades o celebraciones que la firma organice son ocasiones propicias para incluir dinámicas grupales que contengan humor.

Tal vez el mensaje más poderoso sobre este importante tema lo acuñó el antropólogo Edward Holl. “Si se es capaz de conocer la vena humorística de una persona, uno puede controlar casi cualquier situación que esta genere”.