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¿Conoces los cinco pilares que marcarán el futuro de las ventas por Internet?

PorDavid Lastra - 25 / 10 / 2019

Según estimaciones de Business Insider, el número de transacciones de comercio electrónico casi se duplicará en los próximos cinco años hasta alcanzar un volumen de 5,7 billones de dólares en 2023. El volumen del comercio electrónico global creció un 18% en 2018 y China, seguida de EEUU, se configura como la primera potencia mundial en este ámbito. En España, las compras por Internet superaron los 40.000 millones de euros el pasado año, lo que supone un crecimiento del 29% con relación a 2017, según datos de la Comisión Nacional de la Competencia.

 

El contexto tecnológico dibuja para todos los actores implicados en el comercio digital un escenario tremendamente estimulante, transformando los negocios, desplegando multitud de oportunidades para los vendedores y dotando a los compradores de nuevas herramientas y experiencias.

 

La duda es ¿qué tienen que hacer las organizaciones para aprovechar estas oportunidades e incrementar la eficiencia de sus procesos de comercio electrónico?

 

Minsait ha identificado en su estudio “5 pilares sobre los que edificar el e-commerce del futuro (https://www.minsait.com/es/actualidad/insights/cinco-pilares-sobre-los-que-edificar-el-ecommerce-del-futuro) las grandes tendencias que conducen las políticas de los comercios más innovadores y sobre las que fabricantes, vendedores y distribuidores deberán planificar su estrategia de crecimiento en los próximos años:

  • Pagos digitales: evolución del ecosistema y la experiencia. Se tiende a eliminar toda fricción y elemento de complejidad, hasta el extremo de invisibilizar los procesos de checkout. La diversificación de dispositivos y la incorporación de nativos digitales provoca el nacimiento de nuevas herramientas, plataformas y proveedores, sobre todo impulsado por las fintech, que baten en agilidad y time to market a los servicios financieros tradicionales mediante soluciones apoyadas en blockchain, aplicaciones de pagos con monedas virtuales (criptomonedas) y diseño de experiencias sobre inteligencia artificial.
  • Automatización basada en datos de clientes. Permite etiquetar a los clientes en función del valor de sus compras o canal de adquisición y segmentarlos con vistas a campañas, reportar los pedidos de mayor demanda a los encargados del diseño del front office, gestionar productos e inventarios manteniendo los stocks o gestionar quejas y reclamaciones de manera más ágil. La incorporación de agentes interactivos y de complejos algoritmos de autoprendizaje impactará decisivamente en la experiencia de usuario.
  • Inteligencia Artificial al servicio de la personalización. Permitirá renovar totalmente la experiencia de compra para orientarla hacia la oferta de contenidos adaptados al perfil de cada cliente en cada momento de la relación (antes, durante y después del contacto con la marca). La combinación de tecnologías de Machine Learning con nuevos canales (visuales y de voz) permitirá la incorporación de bots avanzados capaces de rastrear un pedido, la fusión de algoritmos de recomendación, o la búsqueda visual de productos en los comercios. 
  • Autogestión más allá del canal. Supone la incorporación de tecnologías que faciliten la integración entre canales, servicios y reconocimiento del cliente para que el consumidor pueda interactuar de manera autónoma con la marca, independientemente del momento y el punto de contacto. Son los casos de plataformas que permiten el acceso a productos y servicios desde múltiples dispositivos weareables dentro de un entorno determinado o innovaciones tecnológicas para incorporar nuevas funcionalidades a las redes sociales.
  • La profesionalización del B2B. El uso de plataformas en la nube facilita la automatización de tareas manuales de gestión y consolidación de datos, así como otras funciones adicionales que mejoran la eficiencia y el time-to-market para equipararlo en funcionalidades, usabilidad y calidad al B2C. La compra deja de ser tediosa y se enriquece con la aportación de valor de elementos como recomendaciones y presupuestos en función de las necesidades individuales, catálogos personalizados a partir de los históricos de compra o las tendencias del mercado o nuevas tecnologías de atención al cliente como chatbots disponibles las 24 horas del día”

 

En resumen: La compra se dirige cada vez hacia experiencias simplificadas, fluidas, homogéneas, no condicionadas por el canal empleado. Además, se difuminan de forma paulatina las barreras entre el on y el off en espacios físicos cada vez más tecnificados, que incorporan identificación biométrica, trazabilidad de usuarios, y reconocimiento visual de objetos. Así hasta el día en que al sustantivo “compra” no será necesario añadir el adjetivo “electrónica”, simplemente por redundante.

 

David Lastra, eCommerce Manager de Minsait 

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