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Cultura empresarial y decisiones eficientes

PorBen Schneider - 17 / 05 / 2011

La cultura de una organización define cómo es que actúa su gente en el día a día. La Empresa debe tomar decisiones continuamente sobre diferentes tópicos; por lo tanto, será la calidad de estas decisiones la que marcará la diferencia entre organizaciones de alta performance y las mediocres.

A veces resulta tentador pensar que todas las empresas que pertenecen al grupo de alta performance tienen culturas similares, pero en la práctica no es así. Cada una tiene personalidad propia.

Es la cultura empresarial la que produce una relación emocional poderosa entre la organización y su gente. Un estudio realizado por Bain & Co. Sugiere que las compañías de alta performance crecen 20% más que el promedio y son 50% mejores en cuanto a la eficiencia de sus decisiones.
Si bien la personalidad de cada organización es única, es posible encontrar en todas ellas comportamientos similares. Entre las principales características de este comportamiento destacan las siguientes:

“Su gente apunta alto”. Son personas insatisfechas con el statu quo y son conscientes de lo que se requiere para triunfar. Además, los colaboradores se focalizan en asuntos externos como los clientes y los competidores, y no en discusiones o “politiquería” interna. Otra característica es que los colaboradores se desenvuelven como dueños. Ellos toman responsabilidad por el negocio en forma integral y no solo en la sección en la que actúan.

También se observa que la gente de este grupo de empresas está predispuesta para la acción, tiene poca paciencia para temas burocráticos y participa activamente en diversos equipos de trabajo, exigiéndoles a sus pares el ser auténticos y el “traer a la mesa” lo mejor de ellos.
Por último, el personal de las organizaciones exitosas abraza el cambio y la innovación y rechaza el preservar la “tradición”. El compromiso del capital humano es lo único permanente en las organizaciones y constituye el factor diferenciador a la hora de tomar decisiones eficientes. El resto es silencio.
 

Fuente: EL COMERCIO sábado 14 de mayo del 2011 (Perú)