15 Marzo 2021Argentina
  • Según el Libro de Interoperabilidad en Salud que acaba de publicar la compañía de Indra, Argentina es de los países más maduros en interoperabilidad en salud de la región gracias a proyectos como la Red Nacional de Salud, que busca digitalizar y facilitar la integración de todas las historias clínicas del país a través de una plataforma de interoperabilidad
  • Los Objetivos de la Estrategia de salud digital de Argentina pretenden, entre otras cuestiones, brindar conectividad e Historia Clínica Electrónica (HCE) a todo el país y lograr una gestión eficiente de los recursos y el recupero de gastos
  • La pandemia del COVID-19 ha evidenciado la necesidad de contar con un sistema de salud robusto, apoyado en las tecnologías y en la transformación digital como palanca clave para compartir información
  • El camino hacia la interoperabilidad exige superar barreras como la heterogeneidad del dato, el uso de múltiples estándares o la aversión al trabajo en entornos abiertos, permitiendo que el paciente sea dueño de su información y obtenga atención personalizada y de calidad, y que los profesionales accedan de forma sencilla a la información para un mejor diagnóstico y tratamiento
     

Argentina es uno de los países de Latinoamérica más avanzados en interoperabilidad sanitaria, un proceso clave para impulsar la digitalización del sector y reducir la brecha de salud en la región. Así lo constata el Libro Blanco de Interoperabilidad en Salud que acaba de publicar Minsait, una compañía de Indra, en el que se han realizado entrevistas a 80 líderes de ocho países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay), que abarcan aproximadamente el 80% de la población en esta zona.  

Según los datos extraídos de las respuestas a las encuestas realizadas, y como conclusiones globales para Latinoamérica, el entorno estratégico resulta el eje mejor valorado por los expertos gracias a la existencia de agendas digitales alineadas con la interoperabilidad, mientras que los ejes con mayor capacidad de mejora están asociados con la formación de los perfiles especializados, el uso de soluciones interoperables por parte de los ciudadanos y el impacto económico y social.

Por encima de todo ello, el mejor ejemplo de éxito en Argentina ha sido la Red Nacional de Salud. Una iniciativa, según Minsait, fruto de la evidente apuesta por la interoperabilidad que ha sido prioritaria para lograr el objetivo de contar con una Cobertura Universal de Salud en el país a partir de la digitalización.

La implementación de la Red Nacional de Salud Digital involucró para su implementación los siguientes puntos de referencia: capacitaciones en salud a más de 2.200 integrantes del equipo de salud a nivel nacional, 200 desarrolladores FHIR, 22 equipos provinciales con asistencia técnica y más de 18.000 teleconsultas de segunda opinión en 2019. Así, más de 2.000.000 de pacientes de 16 provincias del país cuentan hoy en día con historia clínica federada con identificación unívoca a nivel nacional y más de 45.000 pacientes ya dieron consentimiento informado para el acceso a sus datos de salud.

Los Objetivos de la Estrategia de salud digital de Argentina, que se trabajan desde el 2018 y apuntan a concretarse en el 2024, pretenden brindar conectividad e Historia Clínica Electrónica (HCE) a todo el país, lograr una gestión eficiente de los recursos y el recupero de gastos, llevar registros oportunos, precisos y completos, establecer un marco legal que ampare la tecnología en cuestión, formar profesionales y brindar información segura y de calidad, así como contar con equipos de salud con herramientas tecnológicas de punta.

La importancia de la interoperabilidad

La pandemia que experimentamos a nivel mundial ha acelerado la demanda de sistemas de información interoperables, lo que implica el desarrollo de aplicaciones y dispositivos interconectados que permitan el intercambio de datos entre médicos, pacientes y gestores y su uso cooperativo para mejorar la salud de la población, garantizar la continuidad de la asistencia y reducir costos. 
El Libro Blanco de Interoperabilidad en Salud de Minsait pone de manifiesto que la interoperabilidad se presenta como una oportunidad para afrontar los importantes retos de salud que existen en Latinoamérica; desde el acceso universal a los servicios de salud, hasta la prevención, detección y tratamiento de enfermedades crónicas y degenerativas más frecuentes. 

En el caso de Argentina, su éxito en interoperabilidad, según revela el Libro de Minsait, ha sido producto en gran medida de la ya mencionada Red Nacional de Salud que despliega una infraestructura tecnológica que facilita la integración de todas las historias clínicas a través de una plataforma de interoperabilidad de alta capacidad y escalabilidad, y puesta a disposición de todas las jurisdicciones del país.
Además, destaca el papel clave de los sistemas interoperables como aceleradores de la e-Salud al permitir la adopción de tecnologías como el Big Data o la inteligencia artificial que sirvan de apoyo para extraer valor de los datos y lograr sistemas de salud más sostenibles en los que se brinde una atención más centrada en el paciente y la información clínica sea un aspecto relevante que guíe las decisiones de los distintos agentes del sistema. 

Para Minsait, las principales barreras que impiden avanzar hacia la interoperabilidad están asociadas a la heterogeneidad del dato, el uso de múltiples estándares y la aversión al trabajo en entornos abiertos. La eliminación de estas barreras permitirá al paciente ser dueño de su información y obtener atención personalizada y de calidad; y a los profesionales acceder de forma más sencilla a la información del paciente para un mejor diagnóstico y tratamiento.  

El informe concluye que la interoperabilidad de un entorno geográfico está directamente relacionada con la priorización de pilares como su inclusión en la agenda digital, la robustez del entorno normativo-económico, el uso de estándares internacionales (semánticos, sintácticos y/o técnicos), la solidez de sus infraestructuras tecnológicas y sistemas de información, así como la disposición de recursos humanos con conocimiento especializado.

El dato, centro y motor de la transformación 

En opinión de Minsait, el modelo tecnológico de referencia de la interoperabilidad deberá resolver las dificultades que supone el uso de las historias clínicas fragmentadas y con limitaciones, permitiendo trabajar bajo un marco de modelo de datos normalizados, libres de propiedad privada, y capaz de desarrollar nuevas funcionalidades de forma independiente al proveedor.

Para ello, la compañía considera primordial transformar el actual rol de los sistemas de información - establecidos como proveedores de servicios- hacia a un modelo de ecosistema donde se maximice el valor del dato, que lo convierte en centro y motor de la transformación de toda organización, y permite conocer mejor a los usuarios del sistema, automatizar procesos, predecir escenarios, reducir los costes operativos y conseguir una diferenciación en la calidad de un servicio personalizado.
En este sentido, el informe demanda la incorporación de habilidades analíticas de personas cualificadas que segmenten bien los datos y lancen las consultas adecuadas para obtener la información precisa de los datos disponibles, así como el uso de plataformas abiertas para habilitar un ecosistema que impulse la competencia entre proveedores (a nivel de aplicación, servicio y plataforma) y permita una mejor gestión de la salud del ciudadano.

Por último, el estudio de Minsait muestra la brecha que ha ocasionado en la sociedad latinoamericana la pandemia del COVID-19, que ha evidenciado con fuerza la necesidad de contar con un sistema de salud robusto, apoyado en las tecnologías como palanca clave para compartir información.


Acerca de Minsait

Minsait, una compañía de Indra (www.minsait.com), es una empresa líder en consultoría de transformación digital y Tecnologías de la Información en España y Latinoamérica. Minsait presenta un alto grado de especialización y conocimiento sectorial, que complementa con su alta capacidad para integrar el mundo core con el mundo digital, su liderazgo en innovación y en transformación digital y su flexibilidad. Con ello, enfoca su oferta en propuestas de valor de alto impacto, basadas en soluciones end-to-end, con una notable segmentación, lo que le permite alcanzar impactos tangibles para sus clientes en cada industria bajo un enfoque transformacional. Sus capacidades y su liderazgo se muestran en su oferta de productos, bajo la denominación Onesait, y su oferta transversal de servicios

Indra en Argentina

En Argentina, Indra tiene presencia desde 1993, con una destacada trayectoria en la provisión de soluciones y servicios tecnológicos. Cuenta con dos Centros de Producción de Software, que aplican los modelos de productividad más vanguardistas y desarrollan una importante actividad de I+D, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Córdoba. Además, la compañía cuenta con un Laboratorio y Centro de Producción y Distribución para Transporte y Tráfico, en la provincia de Buenos Aires. Indra forma parte, tanto en el sector público como privado, de algunos de los proyectos innovadores claves para el desarrollo económico y tecnológico de Argentina en los mercados de Transporte & Defensa, y Tecnologías de la Información (TI) a través de su filial Minsait.

Acerca de Indra

Indra (www.indracompany.com) es una de las principales compañías globales de tecnología y consultoría y el socio tecnológico para las operaciones clave de los negocios de sus clientes en todo el mundo. Es un proveedor líder mundial de soluciones propias en segmentos específicos de los mercados de Transporte y Defensa, y una empresa líder en consultoría de transformación digital y Tecnologías de la Información en España y Latinoamérica a través de su filial Minsait. Su modelo de negocio está basado en una oferta integral de productos propios, con un enfoque end-to-end, de alto valor y con un elevado componente de innovación. A cierre del ejercicio 2020, Indra tuvo unos ingresos de 3.043 millones de euros, cerca de 48.000 empleados, presencia local en 46 países y operaciones comerciales en más de 140 países.

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