28 Julio 2010Uruguay
  • La ceremonia de recepción contó con la presencia del Presidente de la Répública de Uruguay, del Ministro de Defensa Nacional y el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Uruguaya.

Indra ha suministrado a la Fuerza Aérea Uruguaya los nuevos radares del sistema de vigilancia aérea. El acto de entrega se celebró en la sede del Comando General de la Fuerza Aérea Uruguaya en Montevideo, con la presencia del Presidente de la República Oriental del Uruguay, José Mújica, del Ministro de Defensa, Nacional, Luis Rosadilla y el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Uruguaya, General del Aire José Bonilla. La compañía estuvo representada por Rafael Gallego, Director General de Indra.

La Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) adjudicó a Indra el suministro y puesta en funcionamiento de estos dos sistemas radar y de su correspondiente equipo asociado para complementar los sistemas integrados de vigilancia y control del espacio aéreo del país. El suministro incluyó dos sistemas radar primarios tridimensionales, uno fijo y otro móvil, en configuración para uso civil, con sus correspondientes sistemas radar secundarios. También, Indra suministró los sistemas de comunicaciones tierra/aire, que enlazan con las aeronaves, y tierra/tierra, que conectan los radares con el centro de control del espacio aéreo.

Los sistemas tienen la misión civil de vigilar y controlar el espacio aéreo interior y fronterizo del país, dando soporte a misiones de policía aérea. Además, complementan a los sistemas de control de tránsito aéreo ya operativos, basados en radares secundarios y primarios 2D, y que Indra suministró en su día.

Estos radares tridimensionales están basados en tecnología totalmente propia , de estado sólido y de alta fiabilidad operativa y pertenecen a la más moderna generación de radares 3D LANZA, operativos, además de en otros paises, en la Red de Alerta Temprana del Ejercito del Aire de España.

Están considerados como uno de los mejores sistemas de radar más avanzados del mundo para el control de espacio aéreo. Su desarrollo representó uno de los proyectos más complejos y emblemáticos abordados por Indra en el que se invirtieron más de ocho años de trabajo y siete de investigación y en el que colaboraron, bajo dirección de la compañía, casi un centenar de organizaciones, incluidas las universidades politécnicas de Madrid y Barcelona.


 

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