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La era del Big Data

ByBen Schneider - 07 / 02 / 2012

La empresas en el mundo vienen acumulando información hace ya un buen tiempo.

Muchas, como parte de sus procesos productivos internos y otras, al interactuar con clientes, proveedores y demás “stakeholders”. Sin embargo, en los últimos años el volumen ha crecido en forma exponencial.

En Estados Unidos, compañías con más de 1.000 empleados almacenan en promedio 235 terabytes de data, esto equivale a más información que toda la almacenada en la biblioteca del Congreso de ese país, reconocida como la más importante.

Los líderes empresariales tienen que prestar mucha atención a este fenómeno. Académicos que vienen estudiándolo, sugieren que las empresas que logren procesar, analizar y explotar esta data y a la vez integrar a clientes y proveedores a través de aplicaciones en la web, serán mucho más competitivas.

La consultora Mc Kensey considera que con el tiempo, el Big Data – como se le denomina a este fenómeno- se convertirá en un nuevo tipo de activo de la empresa y alcanzará a ser tan importante como el tener una marca poderosa.

El profesor Brian Arthur, de la Universidad de Stanford, va más allá: sostiene que el intercambio de información que se realiza a través de servidores, routers, sensores, etc., es tan poderoso hoy, que se estaría creando una nueva economía, la economía digital, donde en segundos la información va fluyendo y simplificando procesos productivos en todo el planeta.

Estos procesos realizados íntegramente por computadoras reemplazan a otros llevados antes en forma manual o semiautomática.
Como en el caso del ser humano, no todas la industrias se crearon iguales. Si bien el Big Data afecta y afectará cada vez más a todos, los sectores financiero y público y los sistemas de salud son los campos más fértiles para su explotación.

Aún es pronto para entender a cabalidad este fenómeno, pero es claro que las organizaciones que se preparen para capturar en forma inteligente la cantidad de data que pasa por sus procesos obtendrán una ventaja competitiva que podría convertirse en el principal activo de sus organizaciones.