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La empresa abierta a la red

ByBen Schneider - 16 / 05 / 2012

La primera versión del diccionario inglés Oxford, de 1857, fue producto de la colaboración de cientos de voluntarios que respondieron al llamado del editor y fueron fundamentales para completar esta importante obra. Existen otros ejemplos colaborativos que se remontan al siglo XVIII.

Pero con el desarrollo de Internet como instrumento para compartir información de forma global las posibilidades de convocar a colaboradores para participar en una causa especifica ha crecido exponencialmente.

La enciclopedia electrónica Wikipedia no es otra cosa que el resultado de uno de los esfuerzos colaborativos más importantes en la red. El rango de industrias, donde ya se ha posicionado este fenómeno, es amplio, y se utiliza para potenciar principalmente el área de Investigación y Desarrollo, que se nutre de las ideas innovadoras que recibe de colaboradores.

Como ejemplo se puede citar el desarrollo de la plataforma de software Linux, que es producto de la participación en red de voluntarios informáticos, y el área de Márketing, que lleva el pulso de los consumidores al interactuar con ellos a través de las redes sociales.

La última encuesta sobre uso de tecnologías de información realizada por la consultora McKinsey revela que las dos terceras partes de las empresas encuestadas utilizan las plataformas tecnológicas sociales para interactuar con sus proveedores, empleados y clientes, creando una comunidad vibrante dispuesta a participar activamente con ideas, sugerencias, críticas y reconocimientos a la performance de la firma. Desde el diseño de prendas de vestir hasta complejos problemas en la industria farmacéutica son tratados con este método. Apple, hoy convertida en la empresa más importante en el ámbito mundial, ha desarrollado una legión de fieles consumidores que le aportan información valiosísima a través de las redes sociales que le permite mejorar su oferta de productos. Sin embargo, esta herramienta también puede generar corrientes adversas hacia la empresa, ya que los consumidores desilusionados pueden mover masas. Un músico grabó un video contando la historia de cómo una línea aérea le había dañado su guitarra al transportarla como equipaje y al publicar el video en YouTube, logró más de 11 millones de descargas.

A nivel interno, en la organización, los empleados pueden contribuir con sugerencias innovadoras de manera decisiva a través de la herramienta descrita, sin embargo Jack Bughin, de McKinsey, advierte que un alto porcentaje de proyectos internos fracasa porque la alta dirección intenta movilizar a los rangos inferiores de colaboradores, ejerciendo sobre ellos un monitoreo y supervisión agobiante.

Esto constituye un error. Para fomentar la creatividad en el centro de trabajo, el orden jerárquico no funciona. Es preciso cambiar de mentalidad y permitir que la comunicación sea abierta y libre, solo así se generará el clima de confianza necesario para que las ideas fluyan.

La empresa moderna tiene ante sí la disyuntiva de optar por el modelo cerrado de desarrollo de productos y servicios o el modelo abierto a la red, que es mucho más dinámico y hace que el refugiarse en los derechos de propiedad intelectual sea una ilusión en un mundo donde el cambio es pan de cada día y lo que vale es descifrar el momento que el consumidor ha decidido vivir y disfrutar y, para ello, hay que situarse lo más cerca posible a él.